La meditación abarca prácticas como, la formulación repetida internamente de un mantra, atender al movimiento de la respiración, técnicas para percibir el sonido interno y la luz espiritual.
La oración o decreto es una llamada activa con un propósito definido, y el no hacer nada es un abandono total pleno de lucidez, que nos abre a la conciencia sin limites flotando en el gran espacio.
Elegir libremente la oración, la meditación, el decreto o el intento son fuerzas muy poderosas. Resulta sumamente eficaz crear formas, pensamientos capaces de ayudar en etapa de necesidad.
Cuando rezamos o meditamos y damos gracias por todo lo que existe, por nuestras relaciones, por la salud; afirmando nuestra intención de manifestar en la acción lo que es bueno para otros seres, para la humanidad, el planeta. Movemos una gran energía.
Meditar o rezar no es lo opuesto de actuar. Son uno