MANDALAS

Ya sea producto de la cultura oriental o de la occidental, el mandala circular o diagrama sagrado es una imagen familiar y omnipresente a través de toda la historia del arte. La India, el Tibet, el Islam y la Europa medieval los han producido todos ellos en abundancia, y gran parte de las culturas tribales también los utilizan, ya sea en forma de pinturas , de edificios o de danzas. 

Tales diagramas suelen estar basados en la división del circulo en cuatro cuartos, y todas las partes y elementos implicados están relacionados en un diseño unificado. Las más de las veces son en cierta forma cosmológicos, es decir, que representan en un símbolo lo que se considera ser la estructura esencial del universo; por ejemplo, las cuatro direcciones espaciales, los cuatro elementos, las cuatro estaciones, a veces los doce signos del zodíaco, distintas divinidades y a menudo al hombre mismo. 

Pero lo más notable y constante de esta forma de diagrama es que expresa la noción de cosmos, es decir, la de la realidad concebida como un todo organizado y unificado. El punto de partida del antiguo pensamiento geométrico no es una red de definiciones intelectuales, sino más bien una meditación sobre una unidad metafísica. La geometría antigua empieza con el uno, mientras las matemáticas y la geometría moderna empiezan con el cero.

Fragmento del libro Geometría Sagrada: metáfora del orden universal