Cuando se habla de Floriterapia, Cristaloterapia, Agua de Santuarios y otras disciplinas energéticas y complementarias, se refiere a vibraciones alrededor de la materia. Existe un campo energético mas o menos extenso, se trate de un ser humano, vegetal o mineral, y que contiene información relativa a la materia.
El ser humano posee un campo energético individual, llamado aura, en el cual se forman desarmonías antes de pasar al nivel físico. El aura se compone de distintas capas de energía. El yo físico, tiene en primer lugar, una doble capa llamada cuerpo etéreo. Ahí comienza la salud y es ahí donde primero se manifiesta la enfermedad, antes de llegar al cuerpo físico.
La vibración de una flor en buena salud, junto al agua (liquido en grado de memorizar cualquier información con la cual tenga contacto) seria en este caso la esencia y los beneficios de la flor. Que es capaz de influir sobre el campo energético del Ser humano, plantas y animales, sobre todo a nivel emotivo, creando una armonización entre los fluidos energéticos y estimulando la curación de los disturbios físicos. Cuerpo, mente, emociones están estrechamente interconectados, y estos a su vez a la capa espiritual.
Las terapias vibracionales trabajan a travéz de la trasmisión de energía, cada esencia floral posee una frecuencia especial la cual se adapta al desequilibrio que sufre la persona a tratar, también es capaz de equilibrar la energía después de una enfermedad.
Es una terapia suave sin efectos colaterales, que va a la raíz del desequilibrio. Las esencias florales actúan particularmente sobre las emociones y sobre estados de animo negativos.
Para el Dr. Edward Bach la enfermedad esta ligada a un desequilibrio interior o a la exagerada evidencia de un defecto.