Una y otra vez me ha sorprendido comprobar como las personas, si las dejamos hablar, prestándole nuestra completa y compasiva atención, dicen cosas de asombrosa profundidad espiritual, aun las que dicen no tener ninguna creencia espiritual. Todo el mundo tiene su propia sabiduria de la vida, y cuando se deja hablar a alguien, se permite que emerja esa sabiduría de la vida.
Las fuente de curación y la percepción se hallan en lo profundo de cada uno de nosotros y nuestra tarea consiste en no imponer nunca nuestras creencias, bajo ninguna circunstancia, sino en posibilitar que las encuentre la persona dentro de ella misma.
"Sogial Rimpoché"
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